Me recomendaron esta cinta muchas personas y pues bueno, cedí a la tentación de verla con urgencia. Adoro el cine, es por eso que para mí, ver películas es más que el plan de viernes o sábado en la noche. Me gusta compartir una buena obra con una buena compañía para discutir luego acerca de lo que más gusta de la misma. Esta vez el turno fue para una amiga y bueno, aquí viene mi parte. Antes, mi aparte favorito:


No sé si seré demasiado arrogante. No lo he pensado nunca así, pero tal vez tengo algo de eso. No es que la película me lo haya mostrado, pero me quedó esa sensación extraña de saberme demasiado excéntrica. Me recordó cuando mi primo Andrés estaba aprendiendo a gatear y salía conmigo al parque para hacerlo conmigo. Nos reíamos muchísimo por esos días y así a la gente le pareciera extraño, con mis 15 años encima, lo hacía gustosa. No estoy relatando una experiencia trascendental, aunque estoy segura que es una de esas cosas que muchos no harían. En eso yace el punto de arrogancia que abarco aquí.


Me alegra mucho haber descubierto que el secreto para ser feliz es no limitarse. Nunca. A pesar de todo, por encima de todo. Que si algo te gusta, lo obtienes. Que si alguien te gusta, se lo dices. Que si amas a alguien, se lo expresas. Que si tienes ganas de maquillarte un ojo de un color y el otro de uno distinto, lo haces. Eso hago. Romper esquemas. Por eso recomiendo Little Miss Sunshine. Porque te muestra que por encima de todo, estás tú mismo y que si te niegas eso que anhelas, te conviertes nuevamente en el ser ansioso que llevas adentro.

Y la moraleja: Do what you love. Fuck everything else.

Dirigida por Jonathan Dayton y Valerie Faris, con la actuación de Abigail Breslin, Greg Kinnear, Toni Collete, Paul Dano, Alan Arkin y Steve Carell.