Cuando vi esta cinta, hace algunos meses, no me imaginé que girara en torno a una historia llena de complejidad y sencillez en la medida precisa para evitar entregar banalidad en el mensaje. Las historias presentadas en Babel son una serie de elementos superficiales para encarar la profundidad de una enseñanza con la altura estimada para una obra como ésta. Admito que en principio, la falta de conexiones no se hace evidente, por lo cual el espectador puede llegar a asumir una posición en demasía gigante para una película que presenta un drama común.

Aunque carece de esa sabiduría en el libreto que demarca los lineamientos de geniales interpretaciones, Babel no requiere textos elaborados para tocar el corazón de los cinéfilos que observamos con ansia el transcurrir lento de un tiempo quizá muy corto para mantener la calma. Me encanta ese efecto de incertidumbre que conecta tan bien las impresiones personales. No es de mis películas favoritas, pero quería recalcar la bonita historia que presenta para Chieko (Rinko Kikuchi).

Dirigida por Alejandro González Iñárritu, con la actuación de Brad Pitt, Cate Blanchett, Gael García y Kôji Yakusho, sigue siendo una buena película para disfrutar.