Muchos aplausos para esta cinta francesa.

Solemos creer que nada trae más satisfacción a la vida que una venganza bien hecha. Y esta obra, es el reflejo de un probable deseo de muchas almas. No me distraigan.

Dirigida por Denis Dercourt, con la actuación de Catherine Frot, Déborah François y Pascal Greggory.

¿Te has traicionado alguna vez a ti mismo? La pregunta surge de la repentina emoción que siento después de haber disfrutado una película así. La voluntad puesta a prueba, la lucha constante por alcanzar los sueños, la fortaleza del espíritu tentada a mantenerse ecuánime. Ondskan (evil), explora diferentes visiones en medio de una historia que nos vuelve al mismo tiempo jueces y cómplices de la injusticia.


Llegó a mi casa por el impacto que tuvo cuando mi papá la vio. Se la mostraron en una capacitación y quedó sumamente impresionado. Tras comentarlo, me confesó que era un reflejo impresionante de su niñez. Que haber visto Ondskan lo había devuelto a esa infancia de excesivo dolor que había soportado. Le había traído a la cabeza muchos recuerdos, algunos dolorosos, algunos buenos. La historia de vida de mi papá es impresionante. Algún día la compartiré. Es uno de los tesoros más grandes que tengo. Mi papá es un ser que admiro mucho. Un héroe, desde muchos puntos de vista. Un hombre que ha tenido la entereza y la integridad suficiente para ser el personaje que es ahora. De él heredé muchas cosas, inclusive su inflexible sinceridad.


Ondskan muestra la crueldad manejada desde la intuición de los hechos, consiguiendo la magistral presentación de una cinta que descubre en la perseverancia, el enfrentamiento permanente entre la moral y la autoridad. Siempre he pensado que solamente aquellas cosas que nos prohibimos por voluntad son aquellas que tienen reservado un espacio de "no traición".

No creo que Ondskan muestre la maldad en su forma más pura. De alguna manera que no alcanzamos a comprender, existen conexiones más perversas en nuestro interior así no lo notemos. Creo que esta cinta llama la atención sobre esa tendencia humana de alcanzar el equilibrio entre el bien y el mal, entre la realidad y lo real, entre lo permanente y lo eterno. Ondskan es la adaptación del libro homónimo de Jan Guillou, y por demás, dadas las razones expuestas anteriormente, es una película excelente, sin duda alguna.

Dirigida por Mikael Häfström, con la actuación de Andreas Wilson, Henrik Lundström, Gustaf Skarsgård y Linda Zilliacus.

Cuando vi esta cinta, hace algunos meses, no me imaginé que girara en torno a una historia llena de complejidad y sencillez en la medida precisa para evitar entregar banalidad en el mensaje. Las historias presentadas en Babel son una serie de elementos superficiales para encarar la profundidad de una enseñanza con la altura estimada para una obra como ésta. Admito que en principio, la falta de conexiones no se hace evidente, por lo cual el espectador puede llegar a asumir una posición en demasía gigante para una película que presenta un drama común.

Aunque carece de esa sabiduría en el libreto que demarca los lineamientos de geniales interpretaciones, Babel no requiere textos elaborados para tocar el corazón de los cinéfilos que observamos con ansia el transcurrir lento de un tiempo quizá muy corto para mantener la calma. Me encanta ese efecto de incertidumbre que conecta tan bien las impresiones personales. No es de mis películas favoritas, pero quería recalcar la bonita historia que presenta para Chieko (Rinko Kikuchi).

Dirigida por Alejandro González Iñárritu, con la actuación de Brad Pitt, Cate Blanchett, Gael García y Kôji Yakusho, sigue siendo una buena película para disfrutar.